Vi el sol con su brillo de cucharas.
Vi un vagabundo
distraído y feo
sacarse un bostezo tembloroso
como quien sacara del sombrero ese conejo
Eso vi.
En su destierro
tiene un mundo vaporoso
y de primer categoría el indigente.
Su boca
se estiraba mas allá de lo posible
donde todo un mundo se repite.
Incuestionablemente
ese gesto ampuloso
era la acción serena
de quien vive sin decretos
una vida plena.
Aquí vino el sol
pero dice que alumbró
algo de ínfima categoría.
Lo dice
el que mira desde arriba.