Ay mi lastimera
voy llegando a la postrera en vez primera.
Lo digo velozmente
sin temer las consecuencias.
Pasará de largo esa culpable
batiendo sus mohosas
que no ceden.
Es lo que sueña mi deseo.
Pero es la carne nueva
la que mata
hoz a hoz
en cuchilladas cotidianas
la que va acortando mis pisadas
(según cuentan esos viejos familiares que murieron).
Pasto tierno al corazón de vida
bueyes viejos
temerarios al dilema
Ya no alcanzan tus festejos
que tañeron los efebos
Pisando tus pisadas
sin tocar talones
ni zancadas
va el presagio adolescente
en la misma retirada.
Esos dientes que te faltan
sin sonrisas verdaderas
o son sin rosas las primeras
estocadas que me pudren
¡Esa es la cuestión de tanta carcajada!
Sin saber a quien diriges
la misma excomulgada puñalada
Adiós a la faltante lastimera
Con la misma flecha de Cupido
esa muerta te atraviesa
el corazón al fin de cuentas
Lanza de una sola vez
tu vil saeta que me espera
a la vuelta de la esquina
y al final de la jornada
Atentamente
La postrera.